El
humanismo se establece como un fin y valor superior en el mundo, lo que
promueve un interés centrado en el hombre y todo lo que es humano. La
preocupación máxima de un hombre debe ser otro hombre, basándose en el ideal
por desarrollar en cada individuo lo humano.
En
términos generales el humanismo se define como la actitud centrada en el
interés de lo humano, en el pleno desarrollo y bienestar de lo que el hombre
es, desde las perspectivas biológica, social, psicológica, espiritual y
cultural. Se puede deducir que al contribuir el hombre en los aspectos
anteriormente referidos se realizará y hará más humano; algunos filósofos lo
han denominado proceso de “homonizacion” es decir, el proceso de hacer humano
“humanización”. Para ello el hombre requiere de un comportamiento ético para
poder practicar ciertos valores como la justicia, la libertad, la vida, entre
otros. Dicho en forma breve, esto es la naturaleza del propia del humano, en
cuanto hace uso adecuado se la razón y el juicio.
Practicar
el humanismo es reconocerse así mismo; el auto concepto reflejado en la otra
persona, ser empático.